A través de sus molduras y balustrados se impone como una casa fina y compleja, que destaca por su fachada equilibrada. El diseño se completa con un tejado negro a mansarda, como claro simbolo de la Francia de 1600. El diseño toma en cuenta cada distribución y tamaño de cada moldura. La casa genera su ingreso con un acceso empedrado, que obliga a recorrer el parque frontal de la casa.