PropTech: cómo la tecnología está transformando el sector inmobiliario

La transformación digital del rubro inmobiliario ya no es una promesa futura, sino una realidad en marcha.

Hoy, conceptos como PropTech están cambiando la forma en que se diseñan, venden, administran y construyen propiedades. Esta tendencia global está impactando cada eslabón de la cadena del real estate, y en CIBA entendemos que adaptarse es clave para liderar.

¿Qué es el PropTech y por qué está marcando el futuro del real estate?

PropTech (Property Technology) es el término que engloba a todas las innovaciones tecnológicas aplicadas al sector inmobiliario. Esto incluye desde plataformas digitales para la compra y venta de propiedades, hasta inteligencia artificial para análisis predictivo de inversiones y automatización de procesos de construcción.

En pocas palabras: la tecnología está mejorando la eficiencia, reduciendo costos y elevando la experiencia del cliente.

Soluciones PropTech: cómo la tecnología optimiza procesos clave

Las soluciones PropTech tienen un impacto directo en tres áreas fundamentales:

• Eficiencia operativa: automatización de tareas repetitivas como gestión de documentos, contratos digitales y atención al cliente con chatbots.
• Mayor transparencia: acceso en tiempo real a datos sobre propiedades, precios de mercado y cronogramas de obras.
• Mejor toma de decisiones: gracias al análisis de Big Data y la visualización 3D de proyectos, tanto clientes como desarrolladores pueden tomar decisiones informadas.

Nuevos modelos de negocio impulsados por PropTech

El crecimiento de esta tendencia no solo implica la adopción de herramientas digitales, sino también la aparición de nuevos modelos de negocio inmobiliario, como:

• Crowdfunding inmobiliario: inversión colectiva en proyectos de construcción o renovación.
• Plataformas de gestión de arriendos: automatización de pagos, mantenimiento y atención a inquilinos.
• Marketplaces 100% digitales: desde la visualización hasta la firma del contrato, todo ocurre en línea.

Estos modelos son especialmente relevantes en un mercado como el chileno, donde la digitalización de los procesos aún tiene un amplio margen de expansión.